El análisis del contenido de cenizas mide la cantidad de residuos inorgánicos que quedan cuando una muestra de aceite se incinera por completo. Este residuo, la ceniza, generalmente proviene de aditivos, contaminantes o partículas de desgaste, y proporciona información sobre la composición del aceite y los posibles problemas de deposición.
Durante el análisis, la muestra se incinera en un horno a alta temperatura. Una vez quemada toda la materia orgánica, se pesa la ceniza restante. El resultado se expresa como un porcentaje de la cantidad de muestra original.
Un alto contenido de cenizas puede indicar contaminación por polvo, partículas metálicas o desgaste y, en algunos casos, puede provocar depósitos en componentes como válvulas, filtros y cámaras de combustión. Para las aplicaciones en las que el bajo contenido de cenizas es fundamental, como en los motores modernos con filtros de partículas, este análisis es especialmente importante.
El cliente recibe una evaluación clara de la pureza y la idoneidad del aceite, y puede utilizar el resultado para hacer un seguimiento de las fuentes de contaminación o ajustar las rutinas de mantenimiento.