El análisis de elementos proporciona una imagen detallada del contenido metálico de una muestra de aceite y es uno de los métodos más importantes para descubrir los niveles de desgaste, contaminación y aditivos en los sistemas de ingeniería. Al medir la concentración de metales específicos, podemos identificar qué componentes se desgastan y en qué medida se produce.
El análisis se lleva a cabo mediante espectroscopía, en la que el aceite se atomiza y se expone a alta energía. Esto libera los átomos y cada metal emite una línea espectral característica que se mide y cuantifica. El análisis de elementos se ofrece en dos variantes: con la medición de 17 o 21 metales, respectivamente. La versión extendida proporciona una visión aún más amplia y se utiliza cuando se desea una mayor precisión en la resolución de problemas o la supervisión.
El resultado proporciona al cliente información concreta sobre qué metales de desgaste, contaminantes y cualquier aditivo están presentes en el aceite. Esto proporciona una base sólida para la toma de decisiones a la hora de planificar el mantenimiento, identificar posibles averías y evaluar si el aceite sigue siendo apto para la operación.