El punto de inflamación medido mediante el método de vaso cerrado es un análisis preciso y crítico para la seguridad que muestra la temperatura más baja a la que los vapores de aceite pueden encenderse en un sistema cerrado. Esto proporciona una evaluación realista del riesgo de ignición en condiciones operativas reales, en las que los vapores se retienen y se concentran.
La muestra se calienta en un recipiente cerrado en condiciones controladas y, a ciertos intervalos de temperatura, se suministra una pequeña llama. La temperatura a la que se produce una ignición visible se registra como punto de inflamación.
El resultado proporciona al cliente información importante sobre la inflamabilidad del aceite o líquido que se está analizando. Un punto de inflamación bajo puede indicar la contaminación del combustible o la degradación del aceite, y es una clara advertencia del aumento de los riesgos durante el almacenamiento, el transporte o el uso. El análisis se utiliza como verificación de seguridad y como parte de la evaluación de la calidad del petróleo y los productos combustibles.