Los inhibidores son aditivos que previenen la oxidación, la corrosión y la formación de espuma. Con el tiempo, estas sustancias se consumen y su contenido debe controlarse con regularidad, especialmente en los refrigerantes y los líquidos a base de agua.
El ensayo cuantifica la cantidad de inhibidores activos mediante reacción química o espectroscopía.
Se le informará al cliente si el líquido todavía tiene suficiente protección o si el envase del inhibidor se ha agotado y el líquido debe tratarse o reemplazarse posteriormente.