La medición de la conductividad proporciona información sobre la capacidad del fluido para conducir la corriente eléctrica. Esto es importante en líquidos donde la baja conductividad puede provocar una acumulación electrostática y, por lo tanto, generar chispas y correr el riesgo de explosión.
La muestra se analiza haciendo pasar una corriente débil a través del líquido y midiendo la resistencia. El resultado se muestra en pS/m o µS/m.
Se notificará al cliente si el fluido cumple con los requisitos para un funcionamiento seguro, especialmente en sistemas de alta velocidad con líquidos de baja polaridad.