La oxidación se produce cuando el aceite reacciona con el oxígeno con el paso del tiempo, a menudo como resultado de una temperatura de funcionamiento elevada y un tiempo de uso prolongado. Conduce a una mayor viscosidad, a la formación de ácido y a la pérdida de lubricidad.
Medimos el nivel de oxidación con FTIR, en el que la absorción de la luz infrarroja revela productos de oxidación específicos.
El resultado da una indicación de si el aceite todavía tiene buenas propiedades o si ha comenzado a descomponerse y debe reemplazarse. El análisis de tendencias a lo largo del tiempo proporciona una visión aún mejor.