El contenido de agua medido como porcentaje proporciona una indicación más gruesa pero eficaz de la cantidad de agua libre presente en la muestra de aceite. Este análisis se suele utilizar en sistemas en los que existe el riesgo de que entre agua en grandes cantidades, como en cajas de engranajes o sistemas hidráulicos con fugas.
Mediante métodos de centrifugación o separación, se mide la proporción de agua que se separa del aceite. Esto proporciona una imagen general rápida.
El cliente recibe una evaluación para determinar si el aceite aún está en condiciones de uso o si se necesitan medidas inmediatas, como la filtración, la separación del agua o el cambio de aceite.