La medición del pH en muestras o emulsiones acuosas proporciona información sobre la acidez del líquido, lo que a su vez afecta a la corrosión y la estabilidad química. Esto es importante en los refrigerantes, los lubricantes a base de agua y los líquidos de lavado.
La muestra se mide con un electrodo preciso y el resultado indica si el líquido es ácido, neutro o alcalino.
El cliente recibe una respuesta sobre si el líquido aún se encuentra dentro del rango de pH recomendado o si es necesario reponerlo, reemplazarlo o ajustarlo para evitar dañar el sistema.