El punto de congelación indica la temperatura más baja a la que se puede seguir utilizando un líquido sin congelarse ni perder su fluidez. Esto es especialmente importante en los refrigerantes, combustibles y aceites hidráulicos en ambientes fríos.
La medición se realiza mediante enfriamiento controlado de la muestra hasta que se observen los primeros signos de cristalización.
El cliente recibe la confirmación de si el líquido puede soportar el clima en el que funcionará y, por lo tanto, puede tomar precauciones antes de las operaciones en invierno o en el Ártico.