Los sulfatos se forman como resultado de la combustión de combustibles que contienen azufre y pueden contribuir a la contaminación del petróleo y a la formación de ácidos. En los motores marinos y las plantas con funcionamiento a diésel, esto es especialmente relevante.
El contenido de sulfato se mide normalmente mediante FTIR o degradación química y titulación. La cantidad proporciona una buena medida de la tensión a la que está sometido el aceite.
El resultado se usa para monitorear el envejecimiento del aceite y para evaluar la necesidad de intervalos de cambio de aceite más cortos, especialmente cuando se usan combustibles con alto contenido de azufre.